Los equipos de frío industrial requieren de un mantenimiento periódico que es importante llevar a cabo para garantizar su rendimiento a medio y largo plazo. La limpieza es una tarea fundamental con la que debes cumplir de manera metódica. La proliferación de microorganismos en aquellas superficies en las que se almacenan alimentos es incuestionable, a pesar de que suelen estar sometidos a muy bajas temperaturas. Por lo tanto, limpiar una cámara frigorífica es un proceso obligatorio para garantizar la salud y la higiene alimentarias. Te proponemos una serie de pautas de las que vamos a hablarte en el desarrollo de este artículo.
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- Planificación: En este sentido, es importante diseñar un calendario en el que quede registrada toda la información importante al respecto: la fecha de la última vez que se llevó a cabo esta tarea, la de la próxima ocasión en la que tocaría volver a ponerla en marcha, los productos que se utilizaron para desempeñar esta labor, la persona encargada de realizarla y los trabajadores a su cargo que le ayudaron a ello, las posibles incidencias surgidas, el orden de actuación a seguir, etcétera.
- Utiliza el material indicado para cada dispositivo: así estarás contribuyendo a prolongar su vida útil y estarás evitando posibles averías. Asimismo, conviene que te asegures de que los empleados utilicen el vestuario recomendado para esta clase de trabajos para garantizar su seguridad. Sobre todo, el vestuario debe ser adecuado para trabajar sometido a bajas temperaturas por espacios de tiempo prolongados.
- Marca un orden de procedimiento: No se debe improvisar a la hora de desempeñar este trabajo. Es recomendable empezar por retirar la escarcha y eliminar el agua sin utilizar métodos agresivos. La desinfección es fundamental, y en este sentido existen diferentes soluciones desinfectantes y desodorizantes en el mercado.
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Limpiar una cámara frigorífica
Como puedes ver, limpiar una cámara frigorífica requiere un control y unas pautas que no debes pasar por alto. Además, es importante que tengas en cuenta que limpiar no es lo mismo que desinfectar. Por eso, también queremos hablarte sobre la desinfección en las cámaras frigoríficas industriales y los pasos que hay que seguir para hacerlo correctamente.
Es sumamente importante plantearse la eliminación de los hongos en las cámaras frigoríficas.
No te olvides de la limpieza, igualmente, en el mobiliario, las estanterías y en las cajas donde se contenga la mercancía, ya que estos lugares, son hábitats naturales de las posibles colonias de hongos.
Para este apartado, la utilización del ozono, puede ser extraordinariamente efectiva como método de desinfección. Es inocuo, cuando lo usamos en una justa proporción; recuerda su amplia utilización en el tratamiento de aguas en piscinas o torres de refrigeración, en depósitos, en quirófanos, en el proceso del curado de Jamones, en las industrias cárnicas, y utilizado, a la vez, como desodorizador y purificador ambiental.
Plantéate la implantación de un generador de ozono, como elemento preventivo de alta eficacia, ya que sus beneficios son interesantes, y ayuda a alargar la vida útil del producto, evitando las mermas de peso y evitando también, la transmisión de olores entre mercancías.
Otro método muy eficaz es el uso de sanitizantes. Los sanitizantes son unos compuestos que reducen, pero no eliminan por completo, los microorganismos que pueda haber en un medio determinado (en este caso la propia cámara frigorífica). Son muy utilizados para limpiezas de lugares donde hay contacto con alimentos. La misión del sanitizante es la de reducir el número de microorganismos hasta llegar a un nivel seguro. Tiene propiedades germicidas y antimicrobianas y con su uso se pretende destruir microorganismos, mediante un proceso que se conoce como desinfección o sanitización.
Diferencia exacta entre limpiar y sanitizar
La sanitización, es un proceso posterior a la limpieza ya que permite eliminar los microorganismos presentes en las superficies a través de la aplicación de sustancias químicas (sanitizantes). Con la limpieza, eliminamos la suciedad visible, y la sanitización, eliminar los microorganismos (invisibles).
Los sanitizantes más utilizados en el mercado, son compuestos a base de hipoclorito de sodio, dióxido de cloro o sales cuaternarias de amonio. Cada uno tiene ventajas y desventajas, por tanto, es necesario tomar en cuenta, cuál sería el más efectivo en nuestro caso y qué propiedades contiene cada uno, para el uso deseado.
Recuerda que un sanitizante ayuda a eliminar microorganismos que causan malos olores y es muy recomendable rotar el tipo de sanitizante durante el año, con el fin de evitar generar una, no deseada resistencia, a los microorganismos.
Asesórate con tu proveedor habitual de productos, sanitizantes, químicos y de limpieza, ya que sus recomendaciones serán de acuerdo con tus necesidades.
Recuerda que debes atender a la cantidad de producto, su concentración, su preparación, la temperatura de uso, el tiempo de contacto y por supuesto, la calidad del agua a utilizar. Evita contaminaciones cruzadas en el uso de elementos de limpieza y rascado.
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