La cámara frigorífica han pasado a ser un dispositivo fundamental dentro de aquellos negocios que requieren del almacenaje de productos en un ambiente a temperatura de consigna. Todo y que en su mayoría se trata de comestibles, también existe demanda de cámaras frigoríficas para la industria farmacéutica y química, floristerías, granjas de insectos, etc.
Las cámaras frigoríficas, así como en general en el sector de la refrigeración, han experimentado grandes avances por el uso de las nuevas tecnologías y de la innovación, tanto a nivel técnico-constructivo como a nivel funcional (usuario final).
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Tabla de contenidos
¿Qué es una cámara frigorífica?
Una cámara frigorífica es aquel elemento destinado al almacenamiento de productos perecederos, entre otros, los de tipo alimenticio, que requieren estar bajo un estricto margen de temperatura (normalmente a bajas temperaturas) con el fin de mantener su calidad desde que se producen hasta que finalmente se comercializan, de la manera que sea.
¿En qué favorecen los armarios frigoríficos en los vegetales y carnes?
- En cuanto a los productos de índole agrícola: dentro de estos alimentos podemos encontrar frutas y vegetales, siendo todos ellos productos perecederos. Después de la etapa de la cosecha, éste tipo de alimentos pasan por un proceso de maduración, donde ha sido estudiado y comprobado que, si se colocan a una temperatura menor a la del ambiente, se puede alargar el proceso de maduración de días hasta meses, dependiendo de la especie de fruta o vegetal.
- En cuanto a los productos de índole cárnica: aquí se encuentran alimentos procedentes de animales como bovinos, porcinos, pescado y aves, que después de ser sacrificados no se someten a ningún otro proceso de conservación. Lo único que requieren es mantenerse a una temperatura concreta de conservación, debido a que estos productos si no se conservan en frío tienen un tiempo de consumo muy corto. Una cámara frigorífica alarga el proceso de descomposición, haciendo que la carne pueda ser consumida tiempo después.
El frío industrial
Como industria, ofrecer alimentos del tipo que sea de buena calidad y en un estado óptimo, es primeramente imprescindible a nivel sanitario. Por otro lado, tener un sistema de frio de alta calidad implica una notable ventaja competitiva para la empresa que explota el negocio de comercialización de productos perecedero, ya que las pérdidas por rechazo de producto en mal estado serán consecuentemente menores.
Para las grandes industrias contar con este tipo de sistema de refrigeración es vital porque le permite ofrecer al potente consumidor un buen producto alimenticio tiempo después de haber sido cosechado o sacrificado. Actualmente existen tablas que reflejan cuál es la temperatura idónea y la humedad que debe poseer cada producto, hasta incluso el tiempo máximo que se debe tener un producto bajo este tipo de sistema de conservación.
¿Qué tipo de cámara frigorífica podemos encontrar?
- Las cámaras de refrigerado o de temperatura positiva: esta es la tipología más habitual, muy común tanto en pequeños comercios como en grandes superficies. Sus temperaturas de funcionalidad rondan entre los 0 a 10° y se usan para mantener los alimentos frescos y mantener un grado de humedad acorde a lo que se necesita. Existen otros productos más concretos como el chocolate o el café, que se deben conservar en temperaturas positivas superiores.
- Las cámaras de congelado o de temperatura negativa: su nivel de temperatura se considera de tipo negativa debido a que se conservan entre los 0 a los -30°C. Este tipo de cámaras están indicadas, obviamente, para productos que requieran mantenerse congelados o ultracongelados, según las necesidades del productor y comercializador.
- Los abatidores de temperatura: son equipos capaces de reducir la temperatura rápidamente justo después de su preparación, para así evitar que se produzcan contaminaciones (olores, sabores, texturas, etc) en el producto y conservar los productos por mayor tiempo con sus cualidades beneficiosas intactas.
- Los túneles de congelación: Son instalaciones en las que el producto acabado se ultracongelan en muy poco tiempo, siendo el concepto muy parecido al del abatidor de temperatura. Su funcionamiento se basa en túneles con desplazamiento automático que generan caudales de frio muy intenso que permiten congelar los productos introducidos, mientras éstos se mueven dentro del interior de la cámara. Este tipo de túneles pueden llegar incluso a trabajar a temperaturas de -30ºC y -40ºC.
¿Cómo se pueden clasificar las cámaras frigoríficas según el uso que se les dé?
- Uso industrial: las industrias que trabajen con productos alimenticios como carnes, frutas y verduras deben contar obligatoriamente con equipos frigoríficos, no solamente para el producto final, sino también para las fases de manipulación del producto, de manera que el producto llegue a mano de los usuarios en condiciones óptimas.
- Uso en sector farmacia y laboratorios: la creación de medicamentos requiere una buena conservación de los mismos. Es allí donde las cámaras frigoríficas industriales están presentes: bajas temperaturas para resultados de buena calidad.
Al igual que los productos biológicos: dentro de un laboratorio clínico precisan de una buena conservación de las muestras en temperaturas bajas muy controladas.
- Conservación de producto a comercializar: los sistemas de refrigeración también contribuyen al almacenamiento y conservación de productos que se encuentran en servicios de hostelería, restaurantes, distribución logística, pequeño comercio y supermercados.
Consejos para elegir una cámara frigorífica
- Ubicación: ¿interior o exterior? esto es un punto importante ya que determinar si la cámara estará expuesta al clima exterior o estará resguardada en el interior de una nave o local comercial es vital.
Las temperaturas dentro y fuera de un establecimiento no son las mismas por lo que nuestra cámara frigorífica deberá estar diseñada y construida de acuerdo con este dato. Esto, además de los detalles constructivos, afecta directamente al grosor del aislamiento del panel, el dimensionamiento de los equipos frigoríficos que bajaran la temperatura de la cámara, etc.
- ¿De cuánto espacio dispones?: existen medidas universales en el mercado que se adaptan a la mayoría de los espacios. Pueden ser de gran perímetro y altas o todo lo contrario; todo dependerá del uso que se le dé y qué capacidad se necesite. Si en cambio tus necesidades de espacio son muy específicas, podemos adaptar la cámara al espacio del que dispongas. Recuerda que cuanto mayor sea el espacio a refrigerar, mayor potencia será necesaria y entonces, tanto los equipos exteriores (unidad condensadora) y los equipos interiores (evaporadores) crecerán de tamaño.
- Piensa en tu operativa: Ten en cuenta las veces a las que se va a acceder a la cámara al día y cuanta rotación de producto va a realizarse. ¿A qué temperatura entras el producto, ya congelado o recién hecho (caliente)?
¿Se utilizará traspalé, carretilla eléctrica? Dimensiona la puerta de acuerdo con tu operativa real – no es conveniente sobredimensionar en exceso la puerta ni quedarse corto. Piensa si te conviene una puerta corredera o pivotante.
- Equipos y elementos de calidad: Bercofred recomienda instalar productos de calidad, desde el panel frigorífico (con el correcto espesor y aislamiento) hasta los equipos frigoríficos y de control (incorporar elementos de seguridad da garantías de buen funcionamiento y de detección anticipada de anomalías)
Y como no, una vez instalada no te olvides del mantenimiento preventivo periódico para mantener la cámara frigorífica funcionando como el primer día. Cuenta con Bercofred para acompañarte desde la fase de diseño, ejecución y mantenimiento de tus cámaras frigoríficas.
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