Son muchos los motivos por los que preocuparse por la calidad del aire que respiramos. Cada vez somos más conscientes de los inconvenientes de la contaminación y los alérgenos en nuestro organismo, pero el motivo por el que el interés en estos dispositivos ha aumentado de manera exponencial es a raíz de la aparición de la COVID-19.
La propagación por aerosoles nos ha hecho saltar todas las alarmas y pensar en incorporar esta medida adicional de higiene a nuestra vida diaria.
En el ámbito comercial e industrial este tipo de consciencia ya estaba instaurada. Es en el ámbito personal, y profesional de PYMES y autónomos, donde los espacios son más reducidos y es interesante tenerlo en cuenta; estamos hablando de pequeñas oficinas y hogares.
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Tabla de contenidos
¿Para qué sirve un purificador de aire?
¿Cómo pensar que algo que no ves es más o menos saludable? Lo primero que debemos tener en cuenta es que el aire que respiramos está formado por partículas, muchas de ellas pueden ser partículas nocivas que, además en muchos casos, no son perceptibles al ojo humano:
-Partículas de polvo
-Partículas de polen
-Pelo de mascotas
-Olores
-Humo
-Hongos, como el moho.
-Agentes contaminantes de limpiadores o desinfectantes.
-Agentes externos contaminantes: CO2, NO2, SO2
-Los llamados compuestos orgánicos volátiles (VOC’s)
Aunque nuestro organismo posee mecanismos de defensa contra estos agentes infecciosos y potencialmente peligrosos, nuestro cuerpo no tiene la fuerza o capacidad suficiente para eliminarlos de manera eficaz. Es más, en nuestra herencia genética no ha habido ninguna evolución que favorezca esta función, o que se adapte a todos los cambios que durante tantos años el ser humano ha efectuado con el desarrollo industrial en la naturaleza.Por esta razón, hay que prestar atención a la calidad del aire que respiramos, aunque no la veamos.
Básicamente, el purificador de aire elimina esas partículas nocivas directamente; eso sí, solo aquellas que están alrededor del dispositivo. Por lo tanto, es necesario dimensionar el purificador según el espacio, como comentábamos al principio de esta entrada.
La respiración es una función fundamental para todo ser vivo y consume mucha energía.
Si ayudamos a purificar el aire que llega a nuestros pulmones, por un lado eliminamos lo que el organismo no es capaz de eliminar por sí solo; y por el otro, nuestro cuerpo destinará esa energía a otra acciones más beneficiosas.
De ahí que, como consecuencia, se mejore la salud para todos más allá del problema derivado las personas alérgicas o intolerantes.
¿En qué se diferencia un sistema de ventilación de un purificador de aire?
¿Es mejor ventilar o purificar? La verdad es que ambos sistemas son complementarios, pero analicemos cómo funciona cada uno de ellos para entenderlo mejor:
-Un sistema de ventilación renueva el aire del interior con el del exterior. Suele usar un sistema mecánico para propulsar y trasladar el aire, por lo tanto llega a todos los sitios con facilidad. En el proceso de intercambio de aire hay un filtrado de partículas, aunque no es tan exhaustivo como puede ser el de un purificador. Depende de la calidad de los filtros que se utilicen. Con este sistema se pueden controlar la humedad y la temperatura.
–Un purificador de aire, en cambio, no hace intercambio, sino que, como hemos indicado anteriormente, elimina las partículas nocivas directamente. Solo realiza esta función en unos cuantos metros alrededor del dispositivo. No tiene un sistema de propulsión y, por lo tanto, no tiene la misma eficacia en todos los rincones. Es mejor para espacios reducidos: una habitación u oficina pequeña, o por otro lado, si los espacios son más grandes, será necesario usar más de un purificador para cubrir todo el volumen de la estancia.
Lo ideal sería usar los dos sistemas a la vez, ya que por un lado se va acumulando CO2 que hay que compensar con el oxígeno y, por otro lado, aunque se intercambie el aire del interior con el exterior, las partículas del exterior pueden ser igual o más nocivas que las que ya estamos respirando en interiores.
En el caso de una pequeña estancia se recomienda la ventilación natural siempre y cuando sea posible y la purificación de partículas para asegurar la higiene y salud de todos los que convivan en el mismo espacio.
Ventajas de contar con un purificador de aire
No todos los purificadores de aire son iguales, y ello se debe, fundamentalmente, al tipo de filtros que tiene. Entonces diferenciamos entre:
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- Filtro de iones: ayuda a prevenir la propagación de hongos y bacterias potencialmente infecciosas en entornos estériles, como hospitales y clínicas dentales, pero no eliminan todas las partículas.
- Filtro HEPA: es el encargado de eliminar partículas sumamente pequeñas como bacterias o virus, polvo, polen. (Ojo, no todos los virus y bacterias tienen el mismo tamaño y este filtro no los elimina todos).
- Filtro de carbón activo: elimina olores, humo, pelos y olores de mascotas, humo de tabaco, formaldehído, etc.
- Filtro photocatalist: elimina las partículas de la contaminación ambiental provocadas por la combustión.
Hay algunos purificadores con luz UV, la cual no es eficaz en un dispositivo de estas características y puede ser peligrosa para la salud, según la OCU.
También hay algunos que tienen detectores de suciedad, contaminación y polvo. Incluso conexión WIFI para poder controlarlo telemáticamente.
Resumiendo, dependerá del filtro utilizado y del tipo de purificador, pero los purificadores son capaces de eliminar desde partículas de polvo, pelusas, pelo, polen,…a partículas más pequeñas como virus y bacterias. Hay que matizar que no esterilizan, por lo tanto no sirven para eliminar la COVID, aunque sí pueden ayudar eliminando la cantidad de estas partículas que “flotan” en el ambiente.
Como consecuencia, la desinfección de espacios que un purificador de aire efectúa mejora la calidad del aire notablemente, y ésto tiene efectos inmediatos en la salud y bienestar como:
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- Eliminar el humo.
- Eliminar los malos olores.
- Eliminar polen y polvo, con lo que le cambia la vida a alérgicos e incrementa el bienestar en general.
- Como consecuencia de lo anterior, alivia la sensación de sequedad en piel y ojos y mejora el enrojecimiento y falta de lágrima.
- Evita y reduce problemas respiratorios como la congestión, goteo nasal, sequedad, tos y estornudos.
- Mejorando la calidad del aire se puede reducir o evitar los catarros y enfermedades comunes que impliquen al sistema respiratorio. Respirar de manera continuada un aire contaminado puede derivar en una bronquitis, presión torácica y sensación de ahogo.
- El bienestar de respirar aire limpio nos permite aumentar la concentración, rindiendo más en cualquier actividad y descansando mejor.
- Las enfermedades más comunes, como son la gripe o los resfriados, son fácilmente evitables respirando un aire de calidad.
En Bercofred creemos en el purificador de aire Wellisair fabricado por nuestro proveedor de confianza Airtècnics, que reduce la carga micótica, bacteriana y vírica. Muy recomendado para la nueva normalidad que vivimos. Entre sus principales características tiene un consumo y tamaño óptimo para espacios de interior de hasta 50-60 m2. Es ultra silencioso y tiene un precio de adquisición y mantenimiento muy asequible.
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